Escondida en un pueblo rural del norte del estado de Nueva York, se encuentra una universidad privada de artes liberales con un pasado histórico, una misteriosa leyenda sobre el número 13 y alumnos fieles entre los que se encuentran nombres tan famosos como el periodista Chris Hedges, Ben Cohen, de Ben & Jerry's, y la periodista política Gloria Borger.
Todo o nada. Una trampa mental que es como arenas movedizas para la mente y en la que es fácil caer en nuestro mundo cada vez más bifurcado. Caí en esta falsa dicotomía durante una reciente visita a la Universidad Colgate. Tuve la oportunidad de hablar con sus estudiantes del programa de Estudios Medioambientales, y averiguar de primera mano: ¿hace abono la Universidad Colgate? ¿Sí? ¿O no?
Julia Sparks es la Coordinadora del Programa de Estudios Medioambientales y Subdirectora de Sostenibilidad de la Universidad. Julia trabaja junto al director John Pumilio, a quien se le ha encomendado desde 2009 la tarea de implantar sistemas más sostenibles en Colgate. John ha sido firme en traer el compostaje a la Universidad, junto con una letanía de otras medidas para reducir su huella de carbono. En sólo 10 años, Colgate ha reducido sus emisiones de carbono en un 46%, en gran parte gracias a los esfuerzos de John y su equipo.